Adopta a Chencho
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Subcategoría: Animales
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¡Sí, aquí llega este torbellino de ternura, juventud y vida! Señoras y Señores, con todos Vds... ¡Chencho!
Chencho necesita una presentación con entusiasmo porque es que te lo comes. Es un personaje encantador, simpático, juguetón y confiado.
Dejarlo en la calle es al mismo tiempo un acto de crueldad y de estupidez. Porque hay que ser un gran imbécil para apartar de tu lado a una criatura tan especial como Chencho.
Porque este muñeco de apenas 7 kg y nacido en enero de 2012 hace los días más divertidos y las noches menos confusas. Su ternura hace cosquillas y su ingenuidad inventa sonrisas incluso en los momentos más complicados; ¡es un gran terapeuta nuestro Chencho!
Chencho es un buen perro; mejor dicho: es el perro perfecto porque se adaptará a cualquier familia. Familias jóvenes, con niños, con abuelos, con otros perros, con gatos... da igual, a Chencho todo el mundo le cae bien y todo el mundo le gusta.
Es listo y rápido y ya ha aprendido que caca y pis no se hacen en casa; se sienta y obedece cualquier otra cosa que le enseñes, pasea muy bien con la correa y puede ir sin ella porque en cuanto le llamas se presenta ¡a sus órdenes, Señor!
http://elrefugioescuela.com
Chencho necesita una presentación con entusiasmo porque es que te lo comes. Es un personaje encantador, simpático, juguetón y confiado.
Dejarlo en la calle es al mismo tiempo un acto de crueldad y de estupidez. Porque hay que ser un gran imbécil para apartar de tu lado a una criatura tan especial como Chencho.
Porque este muñeco de apenas 7 kg y nacido en enero de 2012 hace los días más divertidos y las noches menos confusas. Su ternura hace cosquillas y su ingenuidad inventa sonrisas incluso en los momentos más complicados; ¡es un gran terapeuta nuestro Chencho!
Chencho es un buen perro; mejor dicho: es el perro perfecto porque se adaptará a cualquier familia. Familias jóvenes, con niños, con abuelos, con otros perros, con gatos... da igual, a Chencho todo el mundo le cae bien y todo el mundo le gusta.
Es listo y rápido y ya ha aprendido que caca y pis no se hacen en casa; se sienta y obedece cualquier otra cosa que le enseñes, pasea muy bien con la correa y puede ir sin ella porque en cuanto le llamas se presenta ¡a sus órdenes, Señor!
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